Author/Uploaded by Dhonielle Clayton
Traducción de Ignacio Pérez Cerón Argentina – Chile – Colombia – España Estados Unidos – México – Perú – Uruguay Título original: The Marvellers Editor original: Henry Holt and Co. Traducción: Ignacio Pérez Cerón 1.ª ed...
Traducción de Ignacio Pérez Cerón Argentina – Chile – Colombia – España Estados Unidos – México – Perú – Uruguay Título original: The Marvellers Editor original: Henry Holt and Co. Traducción: Ignacio Pérez Cerón 1.ª edición: octubre 2022 Todos los nombres, personajes, lugares y acontecimientos de esta novela son producto de la imaginación de la autora o son empleados como entes de ficción. Cualquier semejanza con personas vivas o fallecidas es mera coincidencia. Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos. Copyright © 2022 by Dhonielle Clayton All Rights Reserved This edition is published by arrangement with The Bent Agency Inc. through International Editors’ Co. © de la traducción 2022 by Ignacio Pérez Cerón © 2022 by Ediciones Urano, S.A.U. Plaza de los Reyes Magos, 8, piso 1.º C y D – 28007 Madrid www.mundopuck.com ISBN: 978-84-17854-77-5 E-ISBN: 978-84-19251-80-0 Depósito legal: B-15.013-2022 Fotocomposición: Ediciones Urano, S.A.U. Impreso por: Rodesa, S. A. – Polígono Industrial San Miguel Parcelas E7-E8 – 31132 Villatuerta (Navarra) Impreso en España – Printed in Spain Para los niños ausentes en las historias de magia que llegaron a creer que no tenían nada de especial y para Jason Reynolds, que odia a los dragones. Queridos lectores, preguntadle por qué. Los parangones Parangón del Tacto «¡La mano no teme!» —Los valientes Parangón de la Visión «¡Sabios son los ojos!» —Los doctos Parangón del Temple «¡Verdades late el corazón!»—Los intuitivos Parangón del Sonido «El oído, siempre aguzado»—Los pacientes Parangón del Gusto «¡La lengua no miente!»—Los honestos INSTITUTO DE FORMACIÓN ARCANA PARA EMPEÑOS PRODIGIOSOS Y MISTERIOSOS —Colegio Menor— Nuestros más nobles y distinguidos saludos, Nos llena de satisfacción informarte que has sido aceptada en el Instituto de Formación Arcana para Empeños Prodigiosos y Misteriosos, el Arcanum, al que solo pueden asistir los prodigios. Es un honor que los líderes del Arcanum te hayan elegido y esta invitación demuestra que eres digna de unirte a la escuela. Ahora bien, solo tu trabajo garantizará tu valía y por tanto que puedas quedarte aquí. Cuando llegue tu astrograma al Estrellario recibirás un mensaje con las coordenadas de Puerto Nebulosa para los alumnos del nivel uno y la ubicación del instituto este año. Que la luz te acompañe a ti y a los tuyos. ¡Feliz prodigio! Laura RubyAsistenta ejecutiva del prodictor MacDonald y de la prodictora Rivera del Colegio Menor P. D.: ¡No se admiten fewel! Esta carta se convertirá en polvo si la compartes. No lo intentes o lo lamentarás. Primera parte UN MUNDO NUEVO CAPÍTULO UNO La raíz de la fortuna Prodigiosos. Así llamaban a los niños afortunados, un elogio tan dulce como unas gotitas de miel sobre galletas recién horneadas. La familia de Ella, sin embargo, no era muy de cumplidos. «¿Has planchado ya la ropa? ¿Has hecho la cama? ¿Te lo has comido todo? Y lo que es más importante, ¿has pasado inadvertida, de forma que nadie se meta en tus asuntos?». Incluso entonces, en el momento más importante, espectacular e incredibilísimo de Ella Durand en sus once años de vida, sus padres no dejaban de discutir y de decirle lo que tenía que hacer. —¿Has usado las perchas? La vieja plancha ya no sirve de mucho, así que la abuela te ha planchado los mantos por su cuenta —le dijo su madre—. No quiero ver ni una arruga. Tres bajujules flotaban en mitad del salón de los Durand con todas las cosas de Ella ordenadas cuidadosamente y listas para inspección. Su revestimiento de seda empezó a brillar cuando un hechizo de buena suerte se adhirió a sus pertenencias. —Sí, mamá —le respondió Ella, molesta. —¿Llevas el camafeo-conjuro? —le preguntó su padre. —Sí, papá. —Se dio un golpecito en el pecho. Debajo de la camisa llevaba el medallón con las caras de sus padres talladas. —¿Y las manotrenzas? —Pues claro —Ella señaló el neceser, en el que había una copia de cera de las manos de su madre. Mamá le tiró de uno de sus largos rizos. —Me niego a que mi niña tenga el pelo hecho un desastre estando tan lejos. Los he hechizado con tus estilos favoritos. ¿Te acuerdas de cómo se usan y cómo se activan? —Que sí… —Aubrielle, cielo, lleva todo lo necesario —Papá las miró por encima del periódico, El Conjuro Niunduro, y se dio un toque en el sombrero de copa negro, lo que hizo que el anillo de pequeñas calaveras humanas del borde le dedicara una sonrisa—. Deberíamos ponernos en marcha. Mamá suspiró. —Sébastien, sigo sin tenerlo muy claro —le respondió y reavivó por millonésima vez la discusión sobre si Ella debería ir al Instituto de Formación Arcana para Empeños Prodigiosos y Misteriosos. Ella se tapó los oídos; llevaban todo el verano discutiendo sobre el tema. Mamá y la abuela querían que se quedara en casa y siguiera asistiendo a la Escuela de Conjuros de Madame Collette. La comunidad también tenía sus dudas sobre si debía ir o no, pero papá creía que ya era hora de emprender una nueva aventura, y Ella estaba más que preparada para salir de casa. Todo el mundo se quedó en silencio cuando