Author/Uploaded by Cathryn de Bourgh
Tabla de Contenido A merced del enemigo Nota de la autora: A merced del enemigo (doncellas cautivas III) | Cathryn de Bourgh | Primera parte | EL BOSQUE PROHIBIDO CAUTIVAS EN EL CASTILLO NEGRO LOS PLANES DE LA BRUJA ARMAND DE RENNES LA VENGANZA DE TOURENNE ANGÉLICA Los hechos y/o personajes de este libro son ficticios. Cualquier parecido con la re...
Tabla de Contenido A merced del enemigo Nota de la autora: A merced del enemigo (doncellas cautivas III) | Cathryn de Bourgh | Primera parte | EL BOSQUE PROHIBIDO CAUTIVAS EN EL CASTILLO NEGRO LOS PLANES DE LA BRUJA ARMAND DE RENNES LA VENGANZA DE TOURENNE ANGÉLICA Los hechos y/o personajes de este libro son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Título original: El hechizo del bosque-Cathryn de Bourgh Copyright © Edición original 2013 por Cathryn de Bourgh Todos los derechos están reservados. Presente edición corregida y con algunos cambios en la novela original, por eso también se ha cambiado el título de la misma. ©A merced del enemigo -Cathryn de Bourgh ©Enero 2023 By Cathryn de Bourgh. Queda prohibida su reproducción total o parcial sin el consentimiento de la autora. Nota de la autora: Aventuras y fantasía, es lo que intento plasmar en esta novela romántica donde se mezclan intrigas, hechicería y momentos de humor. Las protagonistas son las hijas del conde de Tourenne, protagonista de la anterior novela de la saga Pasiones Salvajes. Una imprudencia de las jovencitas las lleva al bosque donde mora un conde malvado y siniestro quién al descubrir que las intrusas son las hijas del conde trama pedir un rescate, pero la belleza de una de las damiselas le deja cautivado y sus planes cambian. La historia ocurre al final de la guerra de los Cien Años, mediados del siglo XV, en Francia. En la edad media el promedio de vida era de 40 años y las mujeres se casaban muy jóvenes, a los catorce o quince años se las consideraban niñas casaderas algo que cambió siglos después donde la expectativa de vida comenzó a ser mayor y las costumbres cambiaron. He intentado ser fiel a la época, con sus costumbres, pero priorizando el romance y omitiendo escenas violentas que serían inapropiadas para el género romance. Me he documentado con los libros adecuados para la ambientación histórica, aunque se trata antes que nada de una novela de ficción y de romance. TABLA DE CONTENIDO ÍNDICE GENERAL A merced del enemigo (Saga doncellas cautivas 3) Cathryn de Bourgh Nota de la autora: A merced del enemigo (doncellas cautivas III) Cathryn de Bourgh Primera parte EL BOSQUE PROHIBIDO CAUTIVAS EN EL CASTILLO NEGRO LOS PLANES DE LA BRUJA ARMAND DE RENNES LA VENGANZA DE TOURENNE ANGÉLICA A merced del enemigo (doncellas cautivas III) Cathryn de Bourgh Primera parte EL BOSQUE PROHIBIDO PROVENZA, AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE 1446 En el corazón de un bosque de la región de Languedoc se erguía con orgullo el castillo blanco de Tourenne, hogar del conde y su familia, un edificio de piedra gris que debía su nombre a los solares blanqueados con cal y a cierta cualidad casi mística, pues a pesar de haber soportado un asedio en el pasado, la construcción había resistido estoicamente para defender a sus habitantes. El sentir místico se debía a una especie de amuleto mágico dejado allí por un monje benedictino en gratitud por haber sido hospedado durante más de un mes durante su peregrinación a París. Este amuleto no era más que un montón de huesos envueltos cuidadosamente en un sayal y de los cuales se decía que habían pertenecido a la mano de santa Úrsula, una santa muy venerada. Pero esa mañana, en el castillo de Tourenne se preparaban para agasajar a parientes y amigos con motivo de la celebración del Día de Todos los Santos. Los sirvientes y cocineras estaban muy atareados, yendo de un sitio a otro: cocinando pollos y faisanes supervisados por el maître de cuisine, mientras escuderos y mozos preparaban los establos para recibir más caballos. La guerra había terminado, pero el conflicto entre los nobles de las casas de Armañac y los borgoñeses continuaba, una pugna por el poder que no parecía tener fin mientras un rey indolente o mal aconsejado, Charles VII, disfrutaba plácidamente de la victoria contra los ingleses, luego de haber recuperado casi todas las tierras confiscadas en el conflicto. A Provenza llegaban noticias de la corte con algún atraso, pero el fin de la guerra sí había sido celebrado por todo lo alto en todo el reino y ahora, en el Día de Todos los Santos, habían decidido festejarlo. La ansiada paz, el final de esa guerra intestina parecía un milagro... Si bien el conflicto había terminado y vivía en un lugar inexpugnable, el conde de Tourenne tenía enemigos y jamás dejaba de vigilar los alrededores. Antiguas querellas del pasado, viejas rencillas propias de las familias nobles. Era mejor tener todo vigilado, pues, además, nunca faltaban pícaros, ladrones o bribones merodeando esas tierras. El conde Philippe de Tourenne se encontraba inquieto mirando desde la torre del homenaje hacia el bosque, como si temiera que alguno de sus viejos enemigos tuviera la feliz ocurrencia de aparecer ese día. Pensaba en la paz, tras la lucha ganada por la doncella de Orleans, que acabó vendida a los ingleses por los malvados de Armañac y en un rey que debía el trono a Juana de Arco y que, sin embargo, la entregó, dejó que la ejecutaran... Nunca lo entendería, decían que había sido mal aconsejado por el camarero real La Trémoille. Afortunadamente, ese bastardo intrigante había sido condenado al destierro y ahora había regresado el viejo consejero del rey, Arturo de Montfort. Muchas cosas habían pasado en Francia esos últimos años, y ahora al fin llegaba la paz. Esos malnacidos ingleses estaban sumidos en una cruenta guerra civil entre las casas de Lancaster y York, y ellos también habían tenido esa absurda contienda entre los armañacs y los borgoñeses. Pero en su tierra estaban lejos de esas intrigas. No tenía ningún interés en inmiscuirse y mucho menos en tomar partido. El conde suspiró mirando el horizonte. Su porte viril y distinguido de guerrero había permanecido inalterado a través del tiempo y también seguía intacto el amor que profesaba a Elina