Author/Uploaded by Megan Maxwell
Índice Portada Sinopsis Portadilla Dedicatoria Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9
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Índice Portada Sinopsis Portadilla Dedicatoria Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 Capítulo 11 Capítulo 12 Capítulo 13 Capítulo 14 Capítulo 15 Capítulo 16 Capítulo 17 Capítulo 18 Capítulo 19 Capítulo 20 Capítulo 21 Capítulo 22 Capítulo 23 Capítulo 24 Capítulo 25 Capítulo 26 Capítulo 27 Capítulo 28 Capítulo 29 Capítulo 30 Capítulo 31 Capítulo 32 Capítulo 33 Capítulo 34 Capítulo 35 Capítulo 36 Capítulo 37 Capítulo 38 Capítulo 39 Capítulo 40 Capítulo 41 Capítulo 42 Capítulo 43 Capítulo 44 Capítulo 45 Capítulo 46 Capítulo 47 Capítulo 48 Capítulo 49 Capítulo 50 Capítulo 51 Capítulo 52 Capítulo 53 Capítulo 54 Capítulo 55 Capítulo 56 Capítulo 57 Capítulo 58 Capítulo 59 Capítulo 60 Capítulo 61 Capítulo 62 Capítulo 63 Capítulo 64 Capítulo 65 Capítulo 66 Capítulo 67 Capítulo 68 Capítulo 69 Capítulo 70 Capítulo 71 Capítulo 72 Capítulo 73 Capítulo 74 Capítulo 75 Capítulo 76 Capítulo 77 Capítulo 78 Epílogo Créditos Gracias por adquirir este eBook Visita Planetadelibros.com y descubre unanueva forma de disfrutar de la lectura ¡Regístrate y accede a contenidos exclusivos! Primeros capítulosFragmentos de próximas publicacionesClubs de lectura con los autoresConcursos, sorteos y promocionesParticipa en presentaciones de libros Comparte tu opinión en la ficha del libroy en nuestras redes sociales: Explora Descubre Comparte Sinopsis Nueva entrega de «Las guerreras Maxwell», una saga romántica que nos traslada a la Escocia medieval. Las gemelas Beth y Gladys Craig se vieron obligadas a abandonar Noruega y dejar atrás a su familia. Las constantes amenazas de su tío Leiv hicieron que sus padres tomaran la dura decisión de ponerlas a cargo de sus tíos Sven y Ottilia en Elgin, Escocia. Físicamente son como dos gotas de agua: pelo rubio, ojos claros, delgadas, pero sus caracteres son muy diferentes. Mientras Beth es sonriente, noble, trabajadora y luchadora, Gladys es enfadica, ruin, holgazana y conformista. A pesar de que Beth es muy consciente de los defectos de su hermana, ella la adora y la protegería con su propia vida, puesto que se lo prometió a sus padres. Desde pequeña siempre ha dado la cara por ella y la ha sacado de mil apuros, sin importarle quedar como la mala por ser la más bruta y guerrera. Todo cambia cuando una noche Beth conoce a Iver McGregor, un guapo y joven highlander del clan McGregor. Gladys, en vez de alegrarse, se encela. ¿Por qué ese guapo guerrero ha tenido que fijarse en su hermana y no en ella? Adéntrate en las páginas de esta novela romántica cargada de acción y aventuras y descubre el daño que puede causar la envidia. Las guerreras Maxwell, 8. Mírame y bésame Megan Maxwell Para mis Guerreras y Guerreros.Porque nunca hemos de olvidar que se necesita tristeza para conocer la felicidad, silencio para estimarel ruido, desamor para apreciar el amor y ausenciapara valorar la presencia. La felicidad no llega cuandoconseguimos lo que deseamos, sino cuando disfrutamos,apreciamos y valoramos lo que tenemos.Con cariño, MEGAN Capítulo 1 Valle de Bergsdalen, Noruega En el precioso valle de Bergsdalen, donde las auroras boreales que cruzaban el cielo eran increíbles, las pequeñas Revna y Agda miraban al cielo desde la ventana de su fortaleza cuando la segunda preguntó: —¿Por qué nadie mira al cielo esta noche? Revna suspiró. Su hermana llevaba razón. Desde donde estaban veía las calles desiertas. Pero era consciente de que su padre, el jarl Óttar Gundersen, duque de Bjälbo, más conocido como Óttar Costilla de Hierro, había convocado una reunión de urgencia, por lo que, para quitarle importancia, respondió: —Estarán cansados, Agda. Es tarde. Su hermana asintió convencida. Si Revna, que era quien siempre la protegía, decía eso, seguro que todo estaba bien. —¿Crees que papá se recuperará esta vez? —preguntó a continuación. Revna sonrió y asintió sin dudarlo. Para ella su padre era una pieza fundamental en su vida. Llevaba años enfermo. Una extraña tos contraída en uno de sus viajes lo mermaba año tras año, y ese último estaba siendo devastador para él. Sin embargo, intentaba ser positiva, por lo que afirmó: —Papá es fuerte. Es Óttar Costilla de Hierro y todos los años lo demuestra. —Pero este año él... —Se recuperará —la cortó Revna. De nuevo se quedaron en silencio unos instantes y, para hacer que su hermana pensara en otra cosa, la niña indicó: —¿Sabes, Agda? Me gusta mucho el brillo que proyectan las armaduras de las valkirias en el cielo. —Y a mí. —Me gusta más cuando el cielo se torna violeta. —A mí también. —Y el color verde de ahora... —insistió Revna—. Lo hace mágico. Agda iba a hablar cuando sus ojos vieron correr por la calle al que era la mano derecha