Author/Uploaded by T. M. Bilderback
Tabla de Contenido MAMÁ ME DIJO QUE NO FUERA | UNA NOVELA DE JUSTICE SECURITY | POR | T. M. BILDERBACK JORGE EDUARDO ROSALES TROCHEZ Nota de Derechos de Autor Para Papá | Porque Te Amo Capítulo 1 CAPÍTULO 2 CAPÍTULO 3 CAPÍTULO 4 CAPÍTULO 5 CAPÍTULO 6 CAPÍTULO 7 CAPÍTULO 8 CAPÍTULO 9 CAPÍTULO 10 CAPÍTULO 11 CAPÍTULO 12&...
Tabla de Contenido MAMÁ ME DIJO QUE NO FUERA | UNA NOVELA DE JUSTICE SECURITY | POR | T. M. BILDERBACK JORGE EDUARDO ROSALES TROCHEZ Nota de Derechos de Autor Para Papá | Porque Te Amo Capítulo 1 CAPÍTULO 2 CAPÍTULO 3 CAPÍTULO 4 CAPÍTULO 5 CAPÍTULO 6 CAPÍTULO 7 CAPÍTULO 8 CAPÍTULO 9 CAPÍTULO 10 CAPÍTULO 11 CAPÍTULO 12 CAPÍTULO 13 MAMÁ ME DIJO QUE NO FUERA UNA NOVELA DE JUSTICE SECURITY POR T. M. BILDERBACK TRACUCCIÓN POR JORGE EDUARDO ROSALES TROCHEZ Copyright 2010 por T. M. Bilderback Diseño de la Portada por Christi L. Bilderback Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta novela puede ser copiada ni reimpresa sin el consentimiento expreso del autor. TABLA DE CONTENIDO Nota de Derechos de Autor Dedicatoria Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 Capítulo 11 Capítulo 12 Capítulo 13 Sobre El Autor Conéctese Con El Autor Otras Obras Por T. M. Bilderback Para Papá Porque Te Amo Capítulo 1 Chris Gunther flotaba en las nubes. Tenía un carro, un nuevo trabajo y una cita esta noche con la chica más linda de toda la escuela Junior. A Chris le encantaba cuando un plan se realizaba. Había tenido licencia de conducir desde su cumpleaños número dieciséis, pero no había podido encontrar un carro que estuviera a su alcance, hasta ayer. Sus padres habían sido claros: no le comprarían un carro. Pero si encontraba uno que pudiera pagar, ellos cubrirían el seguro. Y, encontró uno: un Volkswagen Beetle 1968. Era azul oscuro, estaba en perfectas condiciones y sólo tenía 57,000 millas recorridas. Había sido propiedad de una señora soltera (así se referían a ella sus padres – una vieja perra lesbiana, fue la descripción de Chris) en sus 70 años que ya no podía conducir más. Pidió sólo mil dólares por él. Chris presionó a su padre hasta que éste accedió a ir a checar el carro. Le dio su aprobación, Chris dio el dinero a la señora y, ¡Eso fue todo! O al menos así pensó. “Reglas del juego, hijo,” dijo su padre. “Tu madre y yo pagaremos el seguro ahora, pero tú eres responsable de los otros gastos. Los gastos de las placas, el combustible y las reparaciones tú los cubres. Si te ponen una infracción, la responsabilidad del seguro recae en ti también – no estamos hechos de dinero, lo sabes.” “Está bien papá. No me pondrán una infracción,” dijo él. “Creo que es tiempo que consigas un trabajo, también. De hecho los carros cuestan dinero...y tienes gastos de universidad en los que debes pensar también.” “Papá, soy un estudiante con altas calificaciones. Tendré becas.” “Y eso es grandioso, hijo. Pero las becas no cubren todo. Generalmente, sólo cubren los pagos mensuales de enseñanza. Los libros, el alimento, el dormitorio y las fiestas son todos extras. Podemos ayudarte con algo de todo eso, pero ayudaría más si tuvieras algo de dinero propio.” “¡Papaaá! ¡Yo no voy a fiestas!” “Por ahora no. Espera a que llegues a la Universidad. Sabrás a que me refiero.” Sonrió picarescamente a Chris mientras decía eso. Y aunque Chris odiaba admitirlo, su padre tenía razón. Él necesitaba dinero. De regreso a casa, se detuvo en McDonald’s. Ahí les hacía falta personal, y, después de una breve entrevista, lo contrataron. Comenzaría el sábado, veinte horas a la semana por un poco más del salario mínimo. Luego, hoy en la escuela, la había pasado con algunos amigos. Éstos estaban en el pasillo frente a su armario, esperando asistir a la última clase del día. Hugh hablaba de su carro, y se burlaba del Beetle de Chris, mientras que Lance se apoyaba en los armarios escuchándolos. Lance codeó a Chris y a Hugh. Cuando lo miraron, tenía la mirada fija en el pasillo. Ambos se volvieron para ver qué era lo que había llamado su atención. La nueva chica, Amanda King, caminaba por el pasillo en dirección hacia ellos. Amanda se había transferido a Glenwood High a principio del año desde otra escuela de la ciudad. Era una chica muy linda, con cabello oscuro y largo y una maravillosa sonrisa. Todos los chicos de Glenwood estaban fascinados con ella, y entre todas las chicas, había algunas que la odiaban y otras que pensaban que era genial. Los tres chicos se quedaron viéndola. Parecía buscar a alguien. Miró en la dirección de los chicos, se sonrió, y se dirigió justo hacia ellos. Se detuvo frente a Chris y sonrió tímidamente. “¿No eres tú Chris Gunther?” preguntó. “Eeh...sí, hola,” tartamudeó él. No podía apartar sus ojos de los de ella. “Tenemos clase de Química juntos,” dijo ella. “Sí, es cierto,” respondió él. “Escucha, mi hermano me contó sobre esta fiesta en la casa de un amigo mañana por la noche. Me preguntaba si te gustaría ir conmigo.” “Yyy... ¿yo?” Ella sonrió tontamente. “Seguro, tú. De todos los chicos que he visto aquí hasta ahora, tú pareces ser el más dulce. Y el más atractivo.” Amanda se sonrojó un poco. “Realmente me gustaría salir contigo. Quiero decir, si tú quisieras ir conmigo.” “Bueno, eh...sí, ¡Me encantaría!” Ella sacó una hoja de papel de su libreta y escribió durante un minuto. “Este es mi número de teléfono. Llámame esta noche y hablaremos. Me tengo que ir o llegaré tarde a la clase. ¡Aa...adiós!” Dijo adiós con la mano mientras caminaba de regreso al pasillo. Chris y sus amigos la observaban mientras se alejaba por el pasillo. “¡Compaaadre!” dijo Hugh, asombrado. “¡Eres afortunado!” dijo Lance Chris miró el papel que Amanda le había dado. En él, le había escrito su número de teléfono. Bajo el número, ella había dibujado un corazón atravesado por una flecha. Chris finalmente se llenó de valor para llamar a Amanda esa noche. “¿Hola?” dijo ella al contestar. “Hola, Amanda. Soy yo,” dijo él. “¡Ooh, hola Chris! Me alegra que hayas llamado.” “A mí también. Yo sólo...bien, no importa.” “¿Sólo qué?”